LA HABANA, abril 16 de 2012.— La religión Yoruba registra un auge desde finales del siglo XX. Tras la persecución religiosa contra los esclavos llevados de África a Cuba a finales del siglo XVIII e inicios del XIX y vendidos a colonizadores españoles católicos, a los practicantes de la Yoruba se les relegó porque algunos poderes cubanos de turno creyeron que eran personas dedicadas al mal.
“En aquellos tiempos, la religión daba perjuicios. Si yo era santero me tenían mal visto, como gente que no pensaba bien. Eso cerraba puertas entre personas”, explicó el santero cubano Ismael González Miranda. “Antes se creía que los santeros teníamos poca escolaridad, que no tiene nada que ver con nuestra creencia. Hoy puedo poner médicos, abogados, arquitectos, profesionales que creen en nuestra religión, tienen santo hecho y no son analfabetos”, añadió.
Millones de cubanos practican la religión Yoruba, con la tolerancia del régimen comunista, y muchos la combinan con el catolicismo y con otras religiones.
“No prohibimos ningún tipo de religión. Las personas pueden estar en otra religión e integrarse en esta”, explicó González.
Pocos católicos puros
“Uno ve en cualquier templo católico en Cuba que muchos de los que van son practicantes de nuestra religión que siguen yendo a iglesias católicas. Son fácilmente identificables. Casi el 90% de los que van a templos católicos son yorubas. Católicos puros en Cuba no creo que haya muchos”, adujo Antonio Castañeda, quien es el presidente de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba.
Con el triunfo de la revolución en 1959, Cuba entró a choque de lo religioso con un régimen ateo.
Los yorubas fueron tolerados. En 1991, el Partido Comunista eliminó el requisito de ser ateo para poder ser uno de sus militantes.
El declive de las tensiones religiosas se aceleró en los últimos años: dirigentes comunistas se hicieron santeros, dos papas han visitado ya la isla —Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012— y la televisión local transmite fiestas católicas.
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